Mi tendencia a sistematizar el trabajo y darle amplitud y profundidad ha hecho que, con el transcurrir de los años, haya desarrollado un extenso protocolo de preguntas relacionadas con el plano emocional y mental. Debo (y quiero) confesar que gran parte de mi obra escrita está inspirada en dos pilares fundamentales: la Terapia Floral del Doctor Edward Bach y la Teoría de las Estructuras del maestro Luis Jiménez
A partir de estas dos líneas de conocimiento he trabajado con miles de personas tanto en el ámbito docente como en el terapéutico, lo que me ha permitido indagar en la naturaleza humana de manera extensa y profunda. Con ello he tenido la oportunidad de escuchar cómo se sienten las personas por dentro. Me han contado sus más íntimos sentires, lo que les duele y lo que les alegra, lo que se preguntan y lo que se responden. De este modo, he logrado reunir una gran cantidad de información que, lejos de acumularla como simple conocimiento, me empeño en transformarla en sabiduría práctica para mi y para quien quiera aprender de ello.
Por eso, a lo largo de los años, he ido diseñando mucho material pedagógico y terapéutico cuya finalidad es poner en práctica lo aprendido de tantas personas. Uno de esos materiales es un protocolo de preguntas, extenso y estructurado, que permite acceder a diferentes aspectos del plano emocional consciente e inconsciente de la persona y que, una vez contestado, saca a la luz mucha información útil para la propia persona y para el profesional a la hora de iniciar un trabajo de sanación o de evolución.
Este protocolo, que tienes en las manos, está conformado por 444 preguntas, organizadas en siete grupos y treinta y ocho estructuras. Cada una de estas preguntas hace referencia a un programa emocional y/o mental que puede ser consciente o inconsciente y sano o insano. De modo que, contestando honestamente a cada una de estas preguntas, se puede dar con los aspectos insanos del libro de instrucciones emocionales y mentales interno, programas que están fuera de justa medida y que son los que están creando la desarmonía interior y/o exterior.
Pero esto no es fácil. Las personas tienen un plano consciente y un plano inconsciente. Lo inconsciente lo es porque uno no se da cuenta de ello. Pueden ser sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos, ideas, creencias…, programas emocionales y mentales que configuran el manual de instrucciones, diferente en cada persona, con el que cada quien se desenvuelve como puede en la vida. Como dice el primer principio de la Terapia con Flores de Bach: “Hacer consciente lo inconsciente”. Aquí es donde entra la mayéutica (expresado de una manera sencilla), como una de las técnicas para indagar en el interior de la persona. No se trata únicamente de hacer una pregunta y obtener una respuesta rápida que, en ocasiones, puede ser una automentira repetida a lo largo de los años. Se trata de que la persona indague y encuentre aquello que siente o piensa en su fuero interno, a menudo preconsciente o inconscientemente. Esta respuesta aporta mucha información, ya que pone en evidencia un programa emocional y/o mental fuera de justa medida que, probablemente, esté en relación con otros también desequilibrados. De este modo, se puede ir profundizando, no sólo en la respuesta directa de la persona, sino también en las implicaciones que conlleva vivir con dicho programa desequilibrado. Carl Gustav Jung señala: “No existen procesos psíquicos aislados, del mismo modo que no existen procesos vitales aislados”. De la misma manera, no existen programas emocionales aislados, siempre están en relación con otros de manera más o menos sana, creando un mapa o red de relaciones, a menudo inconscientes, que condiciona la vida de la persona, unas veces de manera sana y otras de manera insana.
A través de estas 444 preguntas, recopiladas y editadas en el libro Protocolo secreto de un terapeuta emocional (ediciones Arcanas 2022), tanto profesionales, como lectoras y lectores interesados pueden indagar en el plano emocional con extensión y profundidad, en la búsqueda de aquellos aspectos que, por carencia o por exceso, por vivirlos en miedo o con estrés fuera de justa medida, consumen energía y tiempo de manera insana y crean desarmonía interna o externa en la persona y, a menudo, en sus sistemas (pareja, familia, trabajo, amistades, etcétera), dificultando la acción libre o la recuperación razonable. Atrévete a profundizar en ti y descubrir qué puedes mejorar. Atrévete a evolucionar.
José Antonio Sande Martínez
Terapeuta emocional y floral
Noray Terapia Emocional