En el caso de esta esencia floral he de decir que, en mi experiencia profesional, es de las que menos ha surgido utilizar inicialmente. Por mi forma de trabajar en Terapia Floral, realizando un proceso progresivo de avance en la toma de conciencia, puede ser que desde el inicio la perciba como necesaria, pero que haya otros asuntos más importantes o urgentes que trabajar con la persona antes de llegar a prescribir la esencia Wild Oat. A veces es necesario priorizar unos trabajos sobre otros por una cuestión de urgencia o, simplemente, porque habiendo muchos objetivos terapéuticos, unos son más importantes que otros en ese momento.
En algunos casos sí llega una persona a consulta con esa sensación de que no encuentra su camino, o de que sabiéndolo no se atreve a tomarlo porque eso representaría un cambio demasiado grande, un riesgo aparentemente inasumible o un fuerte impacto para la familia. Me viene a la mente un caso que estoy tratando en estos momentos, en el que una mujer de treinta y cuatro años llegó a consulta por una serie de cuestiones, entre ellas la sensación de un vacío vital, de no estar trabajando en algo suficientemente satisfactorio para ella. En el proceso terapéutico, utilizando la esencia Wild Oat, ha encontrado el camino hacia un nuevo proyecto profesional, se siente apasionada y optimista y todo en su vida profesional y familiar ha encajado para que pueda llevar a cabo su idea, aunque ello va a implicar trasladarse a estudiar durante unos meses a otra ciudad y dejar a sus hijos pequeños únicamente a cargo de su pareja. Esto era algo impensable para ella al inicio del trabajo, tan sólo tres meses atrás.
El camino de la autorrealización implica profundizar para avanzar, transitar el camino de la vida, abrir y cerrar procesos y ser atrevidos a la hora de tomar decisiones que no pueden ser comprensibles para otras personas ya que, desde su perspectiva vital, puede verse como algo absurdo, innecesario, temerario, inexplicable o una locura. Estas resistencias externas se suman a las internas de la propia persona. Es también aquí donde la esencia floral actúa, favoreciendo una toma de conciencia tan plena y profunda, que no queda otro remedio que pasar a la acción, aunque también es cierto que no todo el mundo da el paso hacia delante; hay quien lo da hacia atrás y no cruza ese punto de no retorno al que la Terapia Floral lleva en el proceso terapéutico. Cualquier esencia floral “hace consciente lo inconsciente”, amplia la conciencia y lleva a la comprensión, pero no tiene la función de obligar a nadie, y menos en una situación tan determinante como en el caso de la estructura emocional Wild Oat. Aquí es donde entra en escena lo que yo llamo el acto de voluntad consciente, es decir, la toma de decisiones con conciencia de los programas emocionales y mentales que se activan a favor y en contra, el punto donde la persona puede (o podría) abstraerse de toda influencia interna y externa y tomar la decisión desde la libertad, desde lo que quiere, no desde lo que debe o lo que cree que tiene que ser. En la mayoría de los casos las personas que han llegado a este momento, escuchan a su Ser Interior y deciden seguir avanzando, sin embargo, en otros casos pueden más los programas emocionales y mentales limitadores y la decisión tomada es no seguir avanzando. Sea como sea, la esencia floral ha cumplido su cometido, pues ha llevado a la persona a un grado de consciencia suficientemente amplio como para que tome la decisión con conciencia de las consecuencias que conllevará.
En el caso de que el o la paciente llegue a consulta con la necesidad de cerrar procesos, por ejemplo un divorcio, cambiar de trabajo, dejar atrás una situación pendiente hace tiempo, etcétera, la esencia Wild Oat, combinada con otras esencias, favorecerá la toma de decisiones y las acciones necesarias para ello. Sin embargo, como reza un proverbio sufí: “Confía en Allah, pero primero ata tu camello a un poste”. Por eso creo necesario introducir las tareas terapéuticas, tareas que complementan el trabajo de las esencias y que crean un campo de información de afuera hacia adentro, de la mano del paciente, mientras que las esencias lo desarrollan de dentro hacia fuera. Estas tareas han de ser pactadas con la certeza de que se pueden y se quieren realizar, y su objetivo es que la persona aprenda a equilibrar sus excesos y carencias. Por ejemplo, si vive en el control se le puede pedir que los fines de semana no lleve reloj, o se lo quite para dormir. Si es una mujer que no se acepta a sí misma si no va maquillada se establece el día del no maquillaje, y ese día tiene que ir sin maquillar. Si alguien dice no tener tiempo para sí mismo se le pone como tarea darse un masaje al mes. Y si alguien es adicto al móvil la tarea podría ser ponerse una hora límite de móvil encendido y apagarlo cada día a esa hora sin excusas, aunque sea a la una de la madrugada. Ir al cine, salir con las amistades, tomarse unos vinos o cervezas, reunirse con las amigas una vez al mes, hacer actividad física, cenar una vez cada quince días a solas con la pareja, instaurar el día de la no ayuda, dejar el móvil fuera de la habitación, leer un libro concreto…, las tareas terapéuticas pueden parecer un poco tontas, raras o irreales, pero son actos con los que la persona ofrece a la Totalidad el mensaje de que también ella está haciendo algo, que no son sólo las esencias las que hacen el trabajo y, al menos en mi experiencia, son un elemento indispensable en la consulta.
Cerrando con Wild Oat, su trabajo tiene que ver con encontrar el camino del Ser Interior, con cerrar procesos y apartar los obstáculos que impiden tomar o transitar el camino hacia la plenificación, sin olvidar que al final, en el punto de no retorno, es el acto de voluntad consciente de la persona el que determinará si se cruza o no se cruza al otro lado. Ni el profesional ni las esencias pueden hacer otra cosa que llevar a la persona hasta ese estado interior, luego ha de ser la propia persona la que tome la decisión de seguir adelante o no. Una vez cruzado el punto de no retorno, el trabajo terapéutico sigue adelante para profundizar y afianzar los procesos iniciados.