La sabiduría popular ya decía que “leer es bueno para la mente”, ahora es la neurociencia la que certifica los efectos beneficiosos de la lectura sobre el cerebro. Éstos son múltiples y variados, tanto en función del estilo literario como de la intención con la que se lea. Se trabaja la imaginación, la memoria, la conexión entre diferentes partes de ambos hemisferios cerebrales, la capacidad de evocar y de recordar, el razonamiento lógico y lingüístico, la memoria de trabajo, etc. ¡Así que sí!, la ciencia ha demostrado lo que ya era una certeza incuestionable para millones de lectores y lectoras hace cientos de años. Me alegra mucho cuando la ciencia demuestra algo, porque ello hace que millones de cientificistas se agreguen a la masa crítica de los que no necesitamos que la ciencia nos diga que algo es verdad para vivirlo. Pero ya que se ha dado un paso en lo científico, vamos a dar un paso más en lo hipotético no demostrado pero que todos sabemos que es cierto: leer crea recuerdos, construye memorias de vidas no vividas, aporta conciencia de experiencias imaginadas.
La escritura transformó la organización social hace unos cinco mil años, la lectura transforma la fisiología del cerebro en cada momento en el que se lee. Y la cambia para bien, porque aporta experiencias, emociones, sentimientos, conocimientos, comprensiones… porque, bien empleada, agrega vida a la vida, y todo ello a cambio de un esfuerzo pequeño… cuando se tiene el hábito. No me creo que un hábito se adquiera en 7, 14 o 21 días, y menos el de la lectura. Se necesita perseverancia, acertar en la elección del libro, encontrar tiempo y lugar para leer…, misión imposible si no fuese porque muchas personas que afirman no disponer de ese tiempo, llegan a sumar entre una y tres horas diarias de visionado de pantallas, léase móvil, tablet, ordenador o televisión. ¿Por qué hay tanto tiempo para mirar pantallas y no lo hay para leer unas páginas de papel? Por hábito. Un libro (de papel) no consume electricidad, se puede llevar en la mano, en el bolso o la mochila, se abre y se cierra infinidad de veces sin estropearse, no tiene alarmas ni pitidos, un libro espera pacientemente a que su dueño lo acaricie, lo huela, la abra, lo lea y lo disfrute. Acompaña en la soledad, entretiene en la espera, activa la imaginación, amplia el conocimiento, es un billete para viajar y un refugio donde esconderse (a veces).
¿Los libros son caros? Un libro de 500 páginas puede costar 20 euros. Si se leen una página cada tres minutos son unas 25 horas. Sale a menos de euro por hora de disfrute. ¿Cuánto dura una cerveza o un refresco? No llega a media hora, y cuesta unos dos o tres euros. Me sale que es más cara la cerveza que el libro. Aunque bien mirado se puede leer mientras se toma esa cerveza ¿no?
El cerebro vive lo que imagina e imagina lo que lee. Leer es un alimento para la mente y para el alma, nos hace más sabios, más libres, más conscientes, más… humanos.
Así pues, amigas y amigos… leed, vivid, morid con cada personaje, dejaos la piel en la aventura, el alma en el amado, enarbolad vuestras banderas, sumergíos en lo más profundo de la naturaleza humana, pues al cerrar el libro vuestra vida regresará fiel a vosotros, así como fiel el libro esperará, callado y humilde, a que deseéis, de nuevo, alimentar vuestras almas.