Relato:
Exceso de responsabilidad
Juan, 36 años, 2017.
Tengo 36 años.
Me gustaría compartir con vosotros y vosotras mi experiencia con la Terapia Floral o terapia con Flores de Bach ya que, sinceramente, no creía que eso me fuese a ayudar, pero cuando te ves perdido por los motivos que os voy a contar a continuación nos agarramos a lo que sea.
Por circunstancias de la vida he tenido una infancia un poco complicada, con un accidente de tráfico cuando tenía 9 años, una separación de mis padres con 10 años, una operación de mi madre a vida o muerte con 12 años de la cual salió adelante, 2 relaciones fallidas una de más de 7 años y otra de más de 2 años y bueno, otras vivencias que van pasando en la vida y que te van hundiendo poco a poco.
Hace un año y medio, aproximadamente, coincidí con mi última ex novia y la note totalmente diferente hasta el punto de que parecía otra persona. Al preguntarle me dijo que había acudido a una Terapia Floral, de la cual yo no había oído hablar en mi vida. Ella, que era consciente de todo lo que había pasado en mi vida, me la recomendó y yo, la verdad, le dije que con lo que había pasado en la vida no necesitaba nada de eso. Pero a los pocos meses se me juntaron varios problemas de golpe (laborales, familiares y con una persona que conocí que me estaba haciendo sufrir) hasta el punto que dejé de encontrar sentido a mi vida y lo único que hacía era llorar por cualquier cosa, digamos que perdí mi esencia como persona.
En ese momento llame a mi ex novia llorando sin saber por qué, pidiéndole ayuda ya que me veía en un túnel sin salida, mi mochila de problemas (como yo la llamo) se había llenado y no podía más. Ella me puso en contacto rápidamente con José Antonio Sande (al cual agradezco públicamente su ayuda). En cuanto me vio me explicó lo que era la Terapia Floral, cómo se aplicaba, para qué servía y que él trabajaba sobre un plazo de, aproximadamente, once o doce meses.
«… Me transmitió una paz interior y una seguridad que es imposible de explicar con palabras.»
Fue algo muy extraño porque cuando lo vi por primera vez para la entrevista inicial ya me transmitió una paz interior y una seguridad que es imposible de explicar con palabras. Cuando empezamos la terapia me preguntó cuáles eran mis propósitos y yo, la verdad, es que los que le dije lo hice sin fe ninguna de conseguirlos, ya que no podía ver nada, así que me dijo que los anotara y los guardó. Otra de las cosas que me sorprendieron bastante es que me dijo que me leyera unos artículos suyos y no entendía prácticamente nada sobre lo que es la conciencia y la consciencia, diferencia entre dolor y sufrimiento y muchos más (lo cual recomiendo que leáis todos).
Las primeras cosas que yo le dije era que mi madre para mí era lo más importante en esta vida por todo lo que había sufrido por sacarnos a mí y a mi hermana adelante, otra de las cosas es que yo quería conocer a alguien, casarme y ser padre ya, y por último que yo vivía por y para mi trabajo, que eso era lo que me mantenía diariamente.
Pues bien, cuando nos pusimos manos a la obra y con el paso de las consultas empecé a comprender que, efectivamente, mi madre es lo más importante en mi vida, pero no por ello tenía que ir a verla todos los días, sino simplemente verla menos pero cuando yo estuviera bien, porque sin darme cuenta mi madre sufría porque no me veía bien la mayoría de los días y ahora, cuando voy, disfrutamos más el uno del otro.
En el tema de pareja sigo soltero, como cuando empecé la terapia, pero soy feliz ya que ahora comprendo que las cosas llegan cuando tienen que llegar y no hay que forzar nada. Sigo queriendo formar una familia pero ya no me preocupa cuándo será, no tengo esa ansiedad que antes me estaba haciendo sufrir tanto.
«… Respecto al tema del trabajo he comprendido, que es solo eso, un trabajo.»
Con respecto al tema del trabajo he comprendido, que es solo eso, un trabajo, y que aunque sigo dado en 100% ahora procuro no estresarme tanto y veo las cosas con mucha más claridad. En definitiva que gracias a la Terapia Floral y al trabajo interior realizado digamos que he alcanzado mi equilibrio emocional.
Soy consciente de que los problemas me van a venir pero no les tengo miedo ni los esquivo sino que simplemente los afronto y les doy la importancia que tienen.
Aún me sorprendo cómo, con el paso de las consultas y tomando esencias florales, mi manera de pensar y de actuar con todo mi entorno (amigos, familiares, chicas) ha ido cambiando casi sin darme cuenta. Simplemente me preguntaba a mí mismo una y otra vez «¿cómo es posible que haya hecho esto y me sienta bien, cuando antes ese cúmulo de sensaciones ni se me pasaban por la cabeza?». Inexplicable con palabras (y me alegra que así sea porque esa sensación es única).
«… La lógica en esto de la vida no existe porque lo que para mí es lógico para otra persona no lo es.»
Para terminar me quedo con que estamos aquí de paso, que la lógica en esto de la vida no existe porque lo que para mí es lógico para otra persona no lo es. Ahora vivo cada día como si fuese el último.
La palabra clave de todo esto es comprender.
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