La esencia Olive, como comento en otras, la suelo utilizar como complemento a un trabajo principal. En ocasiones, una persona llega a consulta con el síntoma del cansancio, y destaco la palabra “síntoma” por el hecho de que ese agotamiento físico, emocional, energético, mental o psíquico es, en realidad, una señal de alarma de otros aspectos de la vida que no están siendo bien gestionados. Hay que tener en cuenta que para muchas personas, quizás la mayoría de ellas, mirar hacia adentro y tomar conciencia de las causas primigenias de sus síntomas es algo que queda fuera de sus posibilidades. De hecho, el paradigma médico convencional es ése, atender al síntoma y aliviarlo y, como ya señalé en la introducción a la estructura Gorse, no es lo mismo curar que sanar. El cansancio en sí no es perjudicial, es un aviso natural de alguna de las dimensiones del ser humano para que la persona descanse.
En alguna ocasión ha llegado a consulta alguien con quien se ha producido el siguiente diálogo:
P – Siempre estoy muy cansada y me han dicho que hay una esencia de una flor que sirve para el cansancio.
T – Sí, la esencia floral Olive sirve para trabajarse el cansancio, pero no te lo va a quitar, te va a hacer tomar conciencia de tu necesidad de descansar.
P – ¿Tomar conciencia de que necesito descansar? No, lo que yo necesito es no estar cansada.
T – Ya, lo mejor para no estar cansada es descansar, y eso es lo que favorece la esencia floral.
P – Entonces no me sirve, yo no necesito dormir más, necesito cansarme menos.
Este diálogo más parece una comedia de teatro que una realidad, pero puedo asegurar que casi literalmente se ha desarrollado en más de una ocasión en mi consulta.
Hay casos en los que la persona llega agotada por el desequilibrio emocional general en el que vive. El trabajo terapéutico le llevará a gestionar mucho mejor su vida, de manera que el esfuerzo y el desgaste serán menores. Sin embargo, hay veces que el propio cansancio impide el trabajo. En estos casos, suelo incluir el remedio floral desde el inicio del tratamiento, y la mayoría de las veces se va a mantener durante bastantes sesiones. La persona no sólo tiene que recuperar el equilibrio emocional, también ha de recobrar fuerzas que en ese momento suelen estar en déficit. Es común que me digan “ahora duermo más y más profundamente, incluso duermo siesta, y antes no lo hacía” o “siento la necesidad de dormir y es que no me puedo aguantar”. Ése es el trabajo del remedio floral, facilitar a la persona la toma de conciencia de ese desgaste al que se ha sometido durante mucho tiempo y permitir al cuerpo recobrar su ritmo y su nivel de energía. Todo esto ha de llevar a la comprensión profunda de que es necesario proporcionar el descanso debido al organismo para poder vivir de manera más sana y equilibrada.
El caso de la médica comentado en la introducción concluyó en la tercera sesión, cuando la mujer vio que no dejaba de dormir y que de ese modo no podía atender todas sus responsabilidades. Tenía una carga de cansancio y agotamiento tan grande que, probablemente, necesitaría una vacaciones alejada de todo aquello que le estaba desgastando. Sin embargo, en su manera de entender la salud, lo que había que hacer era eliminar el cansancio de la manera más rápida posible para así seguir con la vida tal y como la estaba viviendo. Respeto que ésa fuera su idea de salud. Desde la Terapia Floral y otras Terapias Naturales, la salud tiene que ver con una mirada integral al estado de la persona. Si se oculta la señal del cansancio mediante medios artificiales, ese cansancio no desaparece, se tapa cada vez más profundamente hasta que el cuerpo (o el Ser Interior) deciden que ya es hora de hacerle caso y avisa de otra manera, generalmente más contundente.
Aprovecho la mención del concepto de salud para señalar el origen etimológico de esta palabra. Mi alumnado sabe el gusto que tengo por buscar la etimología de las palabras que utilizamos en las clases, ya que es totalmente esclarecedor de los significados profundos. La palabra salud deriva del latín salus, salutis, cuyo significado es “salvación”. A su vez, salus, deriva de la raíz indoeuropea sol, cuyo significado es “entero”, con origen en la palabra sánscrita sabrá, “todo entero”. En mi opinión, y desde la mirada floral que tantos años llevo practicando, estar entero es aceptar todo aquello que nos afecta como seres humanos y utilizarlo para crecer y seguir evolucionando. Negar aquello que no nos gusta y ocultarlo mediante artificios químicos o mentales, como en el caso del cansancio y de las sustancias que se toman para disimularlo, no nos permite ni estar enteros ni conscientes y, por supuesto, nos aleja de la comprensión profunda y del respeto por nuestro Ser Interior.
José Antonio Sande Martínez
Terapeuta emocional y floral
Noray Terapia Floral